miércoles, 9 de junio de 2010

capitalismo


Lo que hace poco más de un año parecían manifestaciones de impaciencia, comienza a mostrarse como realidades factibles.

No hace mucho tiempo que algunos amigos me achacan de ser demasiado don Óptimo en cuanto a la crisis y desprestigio del neoliberalismo. Los últimos datos parecen confirmar que dicha crisis, y su desprestigio son inclusos mayores…

Nos encontramos en una tesitura paradójica. Es posible que el prestigio del capitalismo se encuentre en uno de sus momentos más bajos. Su incapacidad es más evidente, afecta a cuestiones tan determinantes como la misma existencia de un mañana en el mundo que conocemos, y se manifiesta prácticamente en todos los terrenos, sin embargo, a pesar de la gravedad de lo que estamos viviendo, no existe un frente del rechazo del sistema capaz que sea capaz de dar pasos significados en la correlación de fuerzas…

Cuando se habla del reflujo que ha conocido el movimiento social en las últimas décadas, se suele argumentar que, al fin y al cabo, siempre han existido flujos y reflujos, y la argumentación se podía ilustrar con datos concretos. Por lo tanto eso es cierto. Pero no lo es menos que ahora partimos de una suma de derrotas más devastadoras que nunca. Quien no entienda esto no podrá entender todo lo demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario